Condenado a vivir



No elegimos nacer, simplemente aparecemos en este mundo sin siquiera haber podido emitir una opinión acerca de si queríamos formar parte de él o no. Desde ese instante se nos condena de una forma efectiva por el resto de nuestras vidas a vivir.

No es la naturaleza, ni la biología, y mucho menos un Dios quien no condena a vivir, sino son los propios seres humanos quieres lo hacen a través de sus leyes.

Está prohibido intentar dejar de vivir, y voy más allá de las propias leyes, incluso socialmente está mal visto quitarse la vida que alguien nos dió sin habernos consultados.

Es tan firme la condena a vivir que se nos impone, que si uno intenta escapar y no lo logra, luego la sociedad se encarga de vigilarte más de cerca para que no logres escapar.

Están los que cumplen la condena obedeciendo las reglas y los que intentan evadirlas, los cuales en ese caso si salís de dichas reglas impuestas por la sociedad o te internan por desobediencia o por locura, pero difícilmente salgas victorioso luego de intentar revelarte.

Estás condenado a vivir, no te dejan escapar y debes cumplir con las reglas impuestas. Todo esto, sin que nadie pueda asegurar, por ignorancia, que lo que hay fuera de esta realidad pueda ser mucho mejor que lo que sucede por aquí.

4 comentarios:

  1. Ya que estamos aquí "por decreto", hay que sacarle el mayor partido posible.

    ResponderEliminar
  2. Hay que hacer las propias reglas, y no aceptar las de las generaciones previas.
    Pero, claro, a veces parece que es mucho esfuerzo.

    Saludos,

    J.

    ResponderEliminar
  3. Entonces a sacar el mayor provecho de esto, que no se eligió.
    Saludos.

    ResponderEliminar

Sería un placer saber qué pensás sobre lo que acabás de leer.