Amor de mis dias



Siempre me dijeron que era la típica “Susanita”, como el personaje de Mafalda, que se quería casar, tener hijos, vivir en una casa con jardín y tener dos perros.

Desde chiquita me acuerdo que siempre busqué al amor de mi vida, para mí era lo más importante. A mis 36 años no voy a negar que estuve con más hombres de los que mi mamá cree pero menos de los que mis amigas piensan, pero con cada hombre con el que estuve desde el minuto uno ya mi cerebro, más que mi corazón, se ponía a evaluarlo como si fuese el amor de mi vida. Analizaba si se adaptaba a mi ideal como tal, si cumpliría con mis deseos, si sería buen padre, si me cuidaría cuando no me sienta bien, básicamente si cumplía con todas mis pretensiones que ya tenía muy claras desde hacía varios años.

Naturalmente siempre le encontraba algún defecto, me desmotivaba, pensaba que no tenía sentido seguir con esa relación y con excusas poco verosímiles prefería dejar de ver a la otra persona.

Todo eso cambió cuando cumplí 33. Me di cuenta que no había funcionado esto de ponerme a buscar al amor de mi vida, tenía miedo de que el tiempo siguiera avanzando y yo seguir buscando un ideal que jamás existiría.

Lo que decidí hacer, y eso fue lo que verdaderamente provocó el cambio, es dejar de buscar al amor de mi vida, y eso hizo que conociera a una persona muy especial que primero fue el amor de mi día, después fue el amor de unas semanas, después de meses y ahora puedo decir que hace más de 2 años que soy muy feliz. No es el amor de mi vida, es el amor de mi momento, sabiendo que los “para siempre” se consiguen con muchos “ahoras”.

4 comentarios:

  1. El amor tiene que llegar, salir a por el es encontrar cualquier cosa. Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Salir a buscarlo generalmente tiene como resultado conformarse.

      Eliminar
  2. Dicen que la felicidad está hecha de pequeños momentos.
    Los siempre se consiguen con muchos ahora, me gustó.
    Lo perfecto no existe por suerte. El ideal cambia todo el tiempo, buscarlo es agotador.
    Un beso.

    ResponderEliminar

Sería un placer saber qué pensás sobre lo que acabás de leer.