En la página de facebook "Humans of New York" el otro día me crucé con esta historia:
"Creo que si todos fuéramos honestos con nosotros mismos, muy pocas personas podrían decir que encentraron a ese verdadero amor al cual estaban predestinados. La gran mayoría de la gente simplemente se casa porque cree que ya está lista para hacerlo. Yo nunca creí haber encontrado a mi perfecta media naranja. No creo que mi esposa sea esa única persona especial en el mundo con la cual debía cruzarme. Quiero decir, es una gran mujer, pero no creo que sea ese verdadero amor para mi. Si tengo que ser sincero no creo que ella se moleste por saber que estoy diciendo esto, porque pienso que si ella también es sincera, tampoco estaría segura si yo soy su verdadero amor."
Me cuesta lamentablemente no coincidir con esta persona. Cruzarte con tu media naranja (en caso de que exista) en un mismo lugar, momento, y que los dos estén listos para empezar una hermosa relación, o es obra de un gran ser superior o las probabilidades son mucho más bajas que ganas 17 veces la lotería seguidas.
Si no te la hubieses cruzado ¿Hubieses seguido el resto de tu vida sin haberte enamorado? ¿o crees que hubieses encontrado a otra, enamorándote, pensando que era ese el verdadero amor de tu vida?
No sé quien inventaría lo de la media naranja, somos naranjas enteras.
ResponderEliminarEfectivamente somos naranjas enteras, pero a veces nos dan ganas de compartir los momentos mientras vamos madurando.
EliminarA mi no me pasó exactamente lo mismo, pero terminé convirtiéndolo en un relato para mi blog.
ResponderEliminarFue algo más o menos así:
http://www.proyectoazucar.com.ar/2008/05/muestra-gratis.html
Saludos
J.
La mayoría de los relatos, en mayor o menor medida, tienen un esbozo de realidad.
Eliminar