Muchas veces ofrecemos a la otra persona lo que pensamos que quiere o tiene ganas de hacer.
No digo que no sean lindas las sorpresas, pero tampoco está mal si en lugar de intentar adivinar qué es lo que quiere, preguntárselo, y por ahí nos encontramos con una sorpresa que hace que las dos partes se sientan mucho más satisfechas.
Por otra parte, si vos querés algo, pedílo, porque muchas veces lo que para vos es obvio para la otra persona no lo es, y vas a pasar mucho tiempo decepcionado por no decir lo que realmente tenés ganas de recibir.
Propongo en estas navidades y fiestas, más diálogo y menos videntes.
Hola Martín.
ResponderEliminarHace tiempo que no nos comunicamos.
Precioso este video que dice la verdad de la vida de esos peques que necesitan la cercanía y cariño de sus mayores.
Siempre ocupados en ganar un sueldo decente para proporcionarles lo necesario, pero en otros casos no es así.
La Natividad de la llama del Amor Divino
Llene tu alma, corazón, mente y hogar en la tierra
En estas fechas especiales, y cada instante de tu vida.
Feliz Navidad, ahora y siempre, a Ti y los tuyos.
Un abrazo.
Ambar
Antes lo que querían los chicos eran juguetes, porque era lo que faltaba y sólo unos pocos tenían.
EliminarAhora los chicos quieren abrazos y cariño...
El mundo es cada vez mas pequeño y ese vídeo ya lo he visto a kilometros de donde estás tu y me gusta, por eso lo he vuelto a ver. Feliz Navidad
ResponderEliminarInternet acorta las distancias, aunque probablemente estemos más cerca de lo que crees.
EliminarMe he emocionado con la otra carta.
ResponderEliminarEs lo que necesitan en verdad todos los niños.
Los juguetes se consiguen con dinero, y los chicos necesitan tiempo con sus padres, algo que parece mas difícil de conseguir.
EliminarMientras continuemos consumiendo, hay muchas cartas más en la baraja... Incluso los comodines...
ResponderEliminarSaludos
J.
Mientras sigamos creyendo que consumir nos hace más felices...
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