Cuando tengas que elegir entre dos cosas, simplemente tirá una moneda. Funciona no porque resuelva el problema por vos, sino porque en ese breve momento en el que la moneda está en el aire, súbitamente sabés lo que deseás que suceda.
Toda la razón! cuando no sé qué hacer, siempre lo echo a suertes. Si estoy feliz con el resultado, eso es lo que quería, si me desepciono, ya sé lo que realmente era.
Eso es así porque uno siempre sabe lo que quiere a cierto nivel inaccesible de conciencia. Luego, si apostas ceca a algo, en ese momento ya decidiste; incluso antes de arrojar la moneda.
Toda la razón! cuando no sé qué hacer, siempre lo echo a suertes. Si estoy feliz con el resultado, eso es lo que quería, si me desepciono, ya sé lo que realmente era.
ResponderEliminarNo lo había pensado. Lo voy a probar ante la próxima dubitación.
ResponderEliminarEs tan cierto!!
ResponderEliminarEso es así porque uno siempre sabe lo que quiere a cierto nivel inaccesible de conciencia. Luego, si apostas ceca a algo, en ese momento ya decidiste; incluso antes de arrojar la moneda.
ResponderEliminarComo el tema de Drexler: "Que sea lo que sea, y lo que no, su razón tendra..."
ResponderEliminarMuy lindo, habría que hacerlo siempre, asi la vida fluye más desde la intuición, y no desde la razón.
Un abrazo
Genial y cierto.
ResponderEliminarY si todo sale mal la culpa es de la moneda...
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