Mi cerebro, el teclado y yo



A veces gano la batalla yo, y a veces él, y cuando me refiero a "él" estoy hablando de mi cerebro. En este caso quiso que deje de hablar de temas más rebuscados y se le ocurrió un juego.

Lo que hice fue escribir tres párrafos y cada uno tenía que tener 27 palabras que tenían que empezar cada una por una letra diferente del abecedario, pero no en cualquier orden, sino que tenían que seguir el orden según iban apareciendo en el teclado QWERTY.

"qwertyuiopasdfghjklñzxcvbnm"

Naturalmente lo hice sin ayuda del diccionario (ni consumo de alucinógenos) y lo que salió fue lo siguiente:

Que whisky extraño, raro, tomaron yendo unos idiotas o pedantes aristócratas sureños dejando frustradas grandes historias jocosas keynesianas localizando ñandúes zapateando xilofones carcomido vorazmente. Bueno, nada más.

Querido Walter, estuve recortando tiernos yuyos un interminable otoño, pensando arduamente sobre destruir fotos guarras haciendo juveniles karaokes lastrando ñoquis zonzos. Ximena contuvo vomito bailando nuestras melodías.

Quinto Windows estropeado rápidamente, tirado y ultrajado. Intento observar primitivos africanos saltando dunas finitas golpeando, hiriendo, jóvenes keniatas limpiando ñatas. Zonceras xenófobas cultivan violenta barbarie ninguneándo muerte.

6 comentarios:

  1. me mate escribiendo y me borró todo para identificarme :( snifff

    ResponderEliminar
  2. Existe una conjura secreta entre los teclados para evitar que las ideas que traducen nuestras manos desde nuestros cerebros lleguen a concretarse, sabelo.
    Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Debo tener la criptonita contra ese conjuro, proqeu en mí no se aplica por suerte.

      Eliminar
  3. Estás más lúcida que el más lúcido.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias! Me voy con mi unicornio azul a volar por ahi...

      Eliminar

Sería un placer saber qué pensás sobre lo que acabás de leer.