Un lindo día

Ultimamente estoy muy autoreferencial, pero me parece que vale la pena compartir los buenos momentos.

El sábado pasado nos despertamos juntos, en el mismo momento, al rededor de las 10 de la mañana. El sol que entraba por la ventana ya nos indicaba que era momento para levantarnos.

Fuimos al baño, nos miramos al espejo y sonreímos, intuíamos lo que se iba a venir. Nos metimos en la ducha juntos y hacia rato que no disfrutaba tanto de un baño matinal. Después fuimos a la cocina y nos hicimos un muy rico desayuno. Chocolatada y tostadas con dulce de leche.

Miramos por la ventana y decidimos salir a caminar. No teníamos un rumbo definido, a si que caminamos hasta que nos encontramos con una plaza, vimos un banco vacío y nos sentamos. En el banco había un diario abandonado, que seguramente ya había sido leído por alguien más, a si que lo primero que hicimos es ir directo a la parte de los chistes, nos reímos.

Después de un rato de estar sentados en la plaza mirando a la gente que iba de un lado para el otro, nos dieron ganas de ir al cine, y hacia allá fuimos. Generalmente discutimos sobre cuál película ver, pero indefectiblemente siempre nos terminamos poniendo de acuerdo.

Ya después de la película volvimos a casa. Nos tiramos en el sillón, miramos el techo y nos dimos cuenta de que habíamos pasado un excelente día juntos.

Me gusta mucho salir conmigo mismo.