Pensar diferente

Esta es una historia que ver con alguien que pensó diferente.

La historia se sitúa alrededor de 1784, en Brunswick, Alemania.

Una maestra de segundo grado de la escuela primaria (de nombre Buttner, aunque los datos afirman que estaba acompañada por un asistente, Martin Bartels también) estaba cansada del “lío” que hacían los chicos, y para tenerlos quietos un poco les dio el siguiente problema: “Calculen la suma de los primeros 100 números”. La idea era tenerlos callados durante un rato.

El hecho es que un niño levantó la mano casi inmediatamente, sin siquiera darle tiempo a la maestra para que terminara de acomodarse en su silla.

–¿Sí? –preguntó la maestra mirando al chiquilín.

–Ya está, señorita –respondió el pequeño. El resultado es 5050.

La maestra no podía creer lo que había escuchado, no porque la respuesta fuera falsa, que no lo era, sino porque estaba desconcertada ante la rapidez.

–¿Ya lo habías hecho antes? –preguntó.

–No, lo acabo de hacer.

Mientras tanto, los otros chicos recién habían llegado a escribir en el papel los primeros dígitos, y no entendían el intercambio entre su compañero y la maestra.

–Vení y contanos a todos cómo lo hiciste.

El jovencito se levantó de su asiento y, sin llevar siquiera el papel que tenía adelante, se acercó humilde hasta el pizarrón y comenzó a escribir los números:

1 + 2 + 3 + 4 + 5 + ... + 96 + 97 + 98 + 99 + 100

–Bien –siguió el jovencito–. Lo que hice fue sumar el primer y último número (o sea, el 1 y el 100). Esa suma da 101. Después seguí con el segundo y el penúltimo (el 2 y el 99). Esta suma, vuelva a dar 101. Luego separé el tercero y el antepenúltimo (el 3 y el 98). Sumando estos dos, vuelve a dar 101. De esta forma, “apareando” los números así y sumándolos, se tienen 50 pares de números cuya suma da 101. Luego, 50 veces 101 resulta en el número 5050, que es lo que usted quería.

La anécdota termina acá. El jovencito se llamaba Carl Friedrich Gauss. Nació en Brunswick, Alemania, el 30 de abril de 1777 y murió en 1855 en Gottingen, Hannover (también en Alemania).

Gauss es considerado el “Príncipe de la Matemática” y fue uno de los mejores (sino el mejor) de la historia.

De todas formas, no importa aquí cuán famoso terminó siendo el chiquito sino que lo que yo quiero enfatizar es que en general uno tiende a pensar de una determinada manera, como si fuera “lo natural”.

Hay gente que desmiente esto y encara los problemas desde un lugar diferente. Esto no significa que los vea así a todos los problemas que se le presentan, pero eso importa poco también.

¿Por qué no permitir que cada uno piense como quiera? Justamente, la tendencia en los colegios y las escuelas, e incluso la de los propios padres, es la de “domar” a los chicos (en un sentido figurado, claro), en donde lo que se pretende es que vayan por un camino que otros ya recorrieron.

Es razonable que así sea, porque es el que ofrece a los adultos, sin ninguna duda, mayores seguridades, pero que inexorablemente termina por limitar la capacidad creativa de quienes todavía tienen virgen parte de la película de la vida. Gauss, y su manera sutil, pero elemental, de sumar los primeros 100 números, son sólo un ejemplo

- Por Adrián Paenza -



4 comentarios:

  1. muy buen blog! me gusto mucho que acepte de entrada que ningun blog tiene sentido...

    tuve un profe de matematica que nombro al Principe de las Matematicas cuantas veces pudo, con mucha admiracion y escuche esta historia y la del triangulo de Gauss varias veces...

    http://vidasdetopo.blogspot.com

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  2. Adrián Paenza es un tipo que me cae bárbaro, y vos en consecuencia también, por haber puesto este texto en tu blog.
    Saludos

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  3. Hola!! buenísimo el texto. Gracias por compartirlo, creo que hay mucha verdad en el. Por suerte, creo que las nuevas tecnologías están permitiendo desarrollar el bocho en una manera mas abierta...
    Segui con el buen arte y el buen blog.


    Un abrazo,

    Pablo.

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